♪Generación de amor♫ Capítulo 6: Hermanos Despreocupados♪Generación de amor♫

La oscuridad se había apoderado de la autopista exceptuando tal vez la luz emanada de los postes eléctricos de aquella vía, los carros iban y venían como si nada, y uno de ellos era el auto de los Wilson el cuál viajaba por la autopista con suprema tranquilidad, dentro del auto había una preocupada zorra, quién veía a su esposo con angustian y allí ella pregunta: “¿Haría esto por una chica?”

–¿Qué cosa? –preguntó el mastín despreocupado viendo la carretera.

–¿Qué si Chris haría todo esto por una chica?

–La verdad es que no lo sé, Chris siempre ha sido muy hermético en cuanto a su vida. –respondió el mastín despreocupado.

–¡BODI! ¿Serías tan amable demostrar un poquito de angustia? Después de todo, ¡es tu hijo! –replicó la zorra.

–Darma, no te deje engañar por mi apariencia despreocupada –respondió este sin apartar los ojos del camino.

–¿Cómo puede ser que un animal este tan despreocupado y a la vez aterrado al mismo tiempo?

–Simplemente no lo sé –respondió el mastín aun viendo el camino.

–Es qué si le pasa algo a Chris, no me lo perdonaré nunca –comentó Darma seriamente.

–¡Oye amor, todo va a salir bien! –replicó él calmadamente viendo a su esposa por el rabillo del ojo. En ese momento, separó una de sus patas del volante para acariciar la cara de su amada zorra con algo de ternura. Ella se erizo por el pequeño gesto enternecedor para luego agarrar su pata con su suavidad y le dice: “¡Te amo muchísimo! ¿lo sabes verdad?”. Colocando la pata de su esposo en su mejilla, que era la que usualmente él acariciaba cada vez que se iban a dormir, aunque claro está que antes de eso habían un intermedio de besos que ambos esposos compartían; pero ahora, ambos estaba allí encerrados en el auto juntos a sus otros hijos, el cariño tenía que llegar en forma de caricias.

En ese instante, la voz algo madura de una adolecente los sacó de su mundo mágico diciendo solamente: “¡Estamos aquí todavía!”

El mastín quitó su pata derecha de la cara de su esposa y la devolvió al volante con la mirada aun fija en la autopista. Por su parte, la vulpina quedó algo fastidiada y acto seguido, procedió arreglar el espejo para ver aquella inoportuna voz de su hija, luego vio a la zorra semimastín ojeando su teléfono y ahí su madre dice: “¿No estás ocupada?”.

–Sí, pero quiero que se concentren en conseguir a.

–¿Te preocupa tu hermano?

–La verdad que no. Sólo quiero que se concentren porque así podríamos salir de esta rápido, y así pronto volveremos a casa y olvidaremos que todo esto pasó –le dijo la hija altaneramente sacando sus ojos de su teléfono.

–Además, tenemos sueño –añadió el mastín semizorro de color naranja con marrón.

–Y queremos dormir en nuestras camas –replicó el otro mastín semizorro de color marrón con naranja.

–Además mamá, podemos vivir sin Chris –comentó la zorra semimastín menor sin apartar la vista de su teléfono.

–Miren niños, por lo menos muestren algo de preocupación por su hermano, sino yo los haré sentir preocupación pero por sus cosas– indicó su madre molesta.

–Perdón mamá por no querer al pendejazo de Chris – replicó la zorra mestiza.

–Dame tu teléfono –proclamó Darma enfáticamente.

– ¡Pero, pero mamá, mi teléfono no! –exclamó la zorra semimastín.

–Es el tuyo o de tu hermana –replicó la zorra seriamente viendo a través del espejo retrovisor a su hija menor, aquella niña le devolvía la mirada con algo depresión, aun así, su madre se mantenía inmutable. En ese momento, la otra zorra semimastín intervino y le quito el teléfono a su hermana para entregárselo a su madre. Allí ella clama: “¡Gracias Edift!”

–¡Oye, yo no voy a perder mi teléfono por tu culpa! –contestó la mayor.

–¿Ah sí? ¿Y no recuerdas que esta mañana nos quitaron nuestra mesada por tu culpa? –argumentó la vulpina menor en forma de protesta.

–Eso no cuenta.

–Claro que cuenta “Djuana”.

–¡Cállate niñita!

–CÁLLAME TÚ, TONTA.

–¿Sabes qué como tu hermana mayor te puedo pegar si yo quiero?

–¡Oigan, haré una parada! –apuntó Bodi.

–Escucharon a su padre, ¿verdad? así que, ¡USTEDES DOS, CÁLLENSE O YO MISMA LAS CALLARÉ –ordenó su madre!

–Está bien, mamá –contestó Olivia resignada.

– ¡Te odio muchísimo, niña! –exclamó Edift.

–¡QUÉ SE CALLEN! Ahora piense de cómo va hacer la vida sin su hermano mayor.

–Estaba haciendo una lista de ello… –replicó Olivia.

–¡En serio! –exclamó su madre.

–Sí, pensaría en todas las cosas que heredaría de él –contestó Olivia seriamente.

–¡OLIVIA!

–¿Qué? Alguien se tiene que beneficiar de la desaparición de su hermano.

–Pero esa no serás tú –replico Edift seriamente–. Porque yo voy a proclamar mi derecho como la mayor en reclamar algunas de sus cosas.

–JODETE TÚ Y TU SISTEMA JERÁRQUICO DE HERMADAD, YO HEREDARÉ TODAS LAS COSAS DE CHRIS, TE GUSTE SÍ O NO – respondió Olivia.

Bodi finalmente paró el carro en una gasolinera y allí este dijo: “¡Todos ustedes son unos desconsiderados! Hablando así de su hermano mayor, es más Edift, él te ayudo a buscar tu oso de peluche cuando se te perdió; y Olivia, él te cargó cuando naciste, te cantó mientras tu madre estaba full agotada por todos tus cuidados y fue el primero que te enseñó hablar, así es que, ¡MÁS RESPETO!

–Sí papá –contestó Olivia acomplejada por la respuesta de su padre.

–Ahora, si me disculpan echaré gasolina –indicó Bodi seriamente saliendo de auto y dejando a su familia sola.

Ahí, su impresionada esposa exclamó: “¡Wow, a veces olvido que macho es mi esposo!”.

–¡Oye mamá, no te excites, todavía estamos aquí! –proclamó la voz de Edift.

–Oigan niños vayan a comprar algo –ordenó su madre sacando su cartera y entregándole algo de dinero–. EDIFT, ya que tanto insistes en ser la mayor abordo, entonces verás como te alcanza este billete para todos los caprichos de los niños, incluyéndote –agregó Darma.

En ese momento, todos los hermanos de Edift vieron el dinero que le estaba entregando su madre y allí todos gritaron al mismo tiempo: “¡DULCES, SI!”

–Exceptuando el chocolate –enfatizó la madre seriamente.

–SÍ MAMI. ¡DULCE!, ¡DULCE!, ¡DULCE!

–Te odio mamá –le expresó Edift.

–Tú quieres ser la mayor, ¡entonces ser la mayor! –resaltó Darma con ironía mientras que sus otros hijos seguían gritando por sus dulces. Edift, enojada, abrió la puerta del auto para ir la tienda mientras era seguida por sus hermanos, fue así que la vulpina quedó completamente sola.

Edift entró a la tienda acompañada de sus hermanos y ahí está dijo: “Agarren lo quieran, menos chocolate.”

–¡MANDE GENERALA “DJUANA”! –replicaron sus hermanos.

–¡LOS ESCUCHÉ! –gritó Darma desde auto.

–Les di una orden, quiero que la cumplan. –aseveró Edift seriamente.

–¡Oye, tú no eres mamá! –respondió el mastín color naranja con marrón.

–Pues tiene razón, pero soy su hermana mayor, así es que por esa razón deben obedecerme.

–Ya te oímos Edift –contestó Olivia enfáticamente viendo un área de la tienda.

–¡Porque tuve que abrir la boca! –replicó Edift recostándose del mostrador.

–¡OYE NIÑA, VE CON TU DRAMA ADOLECENTE PARA OTRO LADO! –indicó el vendedor.

Edift vio al otro animal que le hablo y notó que este era un fénec y allí obedeció la petición de pobre trabajador y se sentó en el piso para pasar la rabia, ahí el trabajador pregunta: “¿Noche difícil?”

–Sin dudas –contestó la zorra mestiza.

–¿Hace cuánto están en la vía? –preguntó el zorro algo extrañado.

–Una o dos horas –respondió ella cansadamente.

–No deberías esta despierta a esta hora, deberías está durmiendo.

–Tiene razón, pero el estúpido de mi hermano se escapó de casa y ahora tenemos que buscarlo –contestó Edift algo cansada.

–Oye yo conocí a un fulano que iba en bicicleta…

Edift prestó atención a las palabras dichas por el señor y pregunto: “¿Por casualidad era un mastín, pero con oreja y cola de zorro?”

–Sí…

– ¡Chris! –exclamó la zorra mestiza–. Oiga ¿por casualidad no le pregunto a dónde iba?

–Dijo que se dirigía New Jill.

–New Jill, eso que en… –dijo la mestiza buscando su teléfono.

–Niña, New Jill queda a noventa y dos kilómetros hacia el este –contestó el vulpino amargamente.

–Gracias –respondió Edift saliendo de la tienda para dirigirse al auto, pero allí ella descubre a sus padres besándose, en ese momento ella exclama: “¡Yui!”

– ¿Qué querías Edift? –preguntó la madre.

–Decirte donde esta Chris o bueno a donde se dirige –respondió la zorra algo asqueada.

–¿A dónde?

–Hacia New Jill.

– ¿Cómo lo supiste? –preguntó extrañada.

–Chris paso por aquí, me lo dijo el señor de la tienda.

–¡¿Qué?! –bramó Darma separándose de su esposo y bajándose de auto, cosa que dejó impresionado al pobre mastín. Ahí la zorra entró junto a su hija a la tienda de la gasolinera y ahí vio a sus otros hijos esperando el regreso de su hermana para pagar aquella cosa, Edift se impresionó que aquellos niños pudiesen carga todo aquello así que se encargó de paga todas las cosas de sus hermanos con un billete de 100 dólares, y ahí el trabajador dice: “¡Hay más de 100 dólares en mercancía!”.

–¡Mamá!

–Yo pago lo demás, agarra lo tuyo –respondió la madre.

–Te quiero mucho, mami –replicó Edift para luego recorrer la tienda en búsqueda de su golosina. Allí, la zorra mayor se dirigió al trabajador de la gasolinera y acto seguido saco de su cartera una foto de su hijo mayor y preguntó: ¿Es cierto que ha visto este joven?

–Sí, se dirigía New Jill –contesto él seriamente.

–¿Y eso cuándo fue?

–Más o menos hace dos horas.

–Gracias por su información, le agradezco un montón. –enfatizó Darma estrechado la mano del zorro.

En ese instante, Edift sale cargando un montón de golosina y comida chatarra y proclamó: “¡Me llevare esto!” Allí, el empleado de la tienda dice: “Con eso son 124 dólares.”

–Tome los otros veinticinco dólares –respondió Darma sacando un billete de veinte dólares acompañado de cuatro billete de un dólar para finalmente salir de la tienda, allí la zorra se dirige a su esposo diciéndole: “¡A New Jill!”.

–Mande –contestó el mastín poniendo la manguera de combustible en su lugar para que ambos se montaran en vehículo y salieran allí hacia su próximo destino.

Por su parte el fénec quedo extrañado en el mostrado por la repentina partida de aquellos clientes y ahí este dice: “¡Sin dudas has sido una noche muy rara!”

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